Los Doilies (también conocidos como doiley, doilie, doyly, or doyley) me encantan. En castellano vienen a ser los típicos tapetes o blondas decorativas usadas como paños o ornamentos.
Por algún motivo, han sido siempre objeto de un cierto desprecio, vistos como labores de abuelas que no sirven para nada. Servir, servir,... no sé si sirven, pero lo cierto es que son trabajos preciosos de matemáticas exactas y cientos de miles de posibles variantes. Creo que por eso me gustan tanto.
Llevo muchos años haciendo doilies. Se tejen rápido y con cualquier material que un@ desee o tenga a mano. Las combinaciones de color permiten también jugar con estos elementos y darles un toque moderno y/o personal; he visto personas que no soportan los tapetes admirar los míos, en rojo, sobre la pared.
Pero soy un poco desastre; los hago, los coloco, los cuelgo, los regalo y cuando, pasado el tiempo, quiero volver a hacer uno igual,.... AY qué cabeza,... ¿¡¿Y de dónde saqué yo este patrón?!?
Así que para evitar penas futuras y mantener cierto registro memorístico, creo que el blog es un buen espacio en el que almacenar imágenes, notas y links a patrones.
Hoy presento uno de los últimos doilies que he hecho:
Está realizado en algodón y tejido con aguja del 3,5. Usé color rosa y un azul estilo tejano porque el contraste me pareció muy bonito.
En este caso, en realidad, este patrón es de una mandala de ganchillo. Y como no se prodigan demasiado las definiciones por la red, aquí os dejo la mía por si os sirve: una mandala de ganchillo es un proyecto tejido en redondo que combina diferentes colores de manera armónica y, en ocasiones, incorpora relieve en el diseño.
Aquí podréis apreciar mejor que en este caso una de las vueltas queda en relieve; me pareció un toque muy original.
Para tod@s l@s que os animéis con este patrón y queráis probar distintas opciones de color y/o materiales, aquí os dejo el patrón original:
Si os animáis, me gustaría ver el resultado final! Espero que lo disfrutéis tanto como yo
Feliz martes!!