Tras tanto negro, llegaron a mis manos unas telas rosas y amarillas con purpurina. No tenía muy claro qué hacer con ellas pero una pequeña amiga subió al taller y cuando las vio me pidió al instante que le hiciera algo con ellas. Cuando una pequeña persona especial me pide que invente algo, no me puedo resistir y me puse de inmediato a trabajar.
En primer lugar, le confeccioné una mantita de molinillos para sus muñecas:
Con una trasera en triángulos combinando rosa y amarillo pollo
Para el acolchado, fui resiguiendo las líneas de unión de las piezas delanteras
Por detrás quedó como una cruz sobre los triángulos
Y los bordes los acolché libremente con hilo amarillo para contrastar
Un poco de machine bias binding y listo!
Con los restos, pocos, todo hay que decirlo, aproveché para confeccionar un par de vestidos de muñeca.
El primero, una falda sencilla y un top en triángulo con un pequeño botón de clic por detrás
El segundo, en rosa, con la falda algo más larga y un top rectangular con dos tiras a modo tirantes y un botón de clic por detrás.
Un éxito, os lo aseguro, ... lo que un rosa puede hacer por una niña de cinco años!
Feliz domingo!!
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