Dicen que es necesario mantener los pies en el suelo. Los míos suelen estarlo aunque mi imaginación los despegue del mismo e imagine nuevos horizontes y situaciones.
En este viaje, por algún motivo que se me escapa, mis pies han estado ahí, muy presentes todo el tiempo.
Y sin tampoco tener sentido, los he fotografiado en algunas ocasiones.
En este caso creí que mis calcetines combinaban de maravilla con la sobriedad de un suelo solemne como este.
Este es el suelo de muchos parques, de trocitos de madera
Ésta es la moqueta más mullida del mundo,... se me hundían los pies cosa fina.
Y siguiendo con mis pies, aquí llega la confesión del año: me compré cuatro pares de zapatos!!!!
Sí, así, con alegría y gran emoción! En este caso, había oído que, según la leyenda, en Estados Unidos podría encontrar zapatos de mi talla, ¿cómo dice? Mi talla, un 43, toda una hazaña aquí a pesar de ser muchas las larguiruchas de pies grandes. Así que ya iba yo con la intención de comprarme algún zapato. Tras varios intentos frustrados en algunas grandes superficies, creí que era todo un bulo y que en USA las mujeres de pies grandes tenían el mismo problema para encontrar zapatos que yo. De repente, mi adorado marido me señala un lugar, una tienda común de zapatos en pleno centro de Boston. Con poco ánimo y bastante desgana creyendo enfrentar un nuevo fracaso, me dirijo allí.
OH! voy directa a las últimas estanterías,... me pruebo uno, dos, tres zapatos y no puede ser!!!!!!!! Me van enoooormes!!! y son zapatos de mujer, monos y llevables!!!!!!!!!!!!!!
Esto es el paraíso: "Sorry, tienen tallas más pequeñas?" Pregunto por primera vez en mi vida a la dependienta. "Yes, over there",... Silencio, contención, lagrimica: Una pedazo estantería con montones de zapatos monísimos que me entran!!!!!!!!!!!!! Respira, contrólate y prueba, prueba, prueba,.... Hasta tienen tacones para mi!!!!!!!!!
Aix, esto es el paraíso! Me compro unos, vale,... dos, bueno,... y los tacones?? mmm, vamos,... pero es que son todos taaaan bonitos! Y cómodos y maravillosos! Marido: "Cógete cuatro, total, para una vez que encuentras,..." Ohh sí, mi marido me quiere.
Tras un poco de mareo y la mayor de las emociones, vamos a la caja: cuatro pares de zapatos, por favor!!!!!
Lo mejor?? El precio, me costaron lo mismo los cuatro que un par de talla especial en este país de pies pequeños.
Soy una mujer feliz y con zapatos nuevos!
Feliz jueves!!!
